Tres

Místicos | 03/05/2023

Nosotros, tres que serpentean entre acrobacias y tropiezos. Nosotros, compañeros que se repliegan, un beso, un silencio, mirando juntos, siempre hacia el cielo.

Sí, nosotros tres, guarecidos en nuestra invencible capa, ondulante, verde, clorofílica. Manto protector, vaporoso, que el viento moldea, nosotros, somos tres, tres prestos a tolerar el aguacero inminente, al próximo avatar desconsolador. Trío nudoso, tres que se sujetan, manos que se tienden, encadenado que se suelda, resistente, nosotros, presentes.

Nosotros tres, juntos en línea, sin jerarca, azuzamos la bandera, nuestro estandarte blanco ribeteado de orgullo, compuesto de retazos de esperanzas perdidas, de tenacidades inseguras, construido a base de embadurnarnos de vida, como un libador ansioso de flores extraterrestres.

Entre los tres, cada cual uno y todos reunidos, disponemos nuestro entrecejo fruncido a todo revés, a cualquier imprevisto, disfrutando del destino.

Centrando la vista en un único objetivo, comprender el mundo sin perdernos, sin ceder ante los enojos, el odio escondido, que yace incubando cerca, como un hongo dormido.

Tres, eso somos, tres sin contar los ausentes, tres más que recorren, tres más entre más gente. Ligados y entrelazados por una sangre, por un vientre, nos retumba el corazón con la misma intensidad y frecuencia, somos tres inabarcables, seremos tres hasta la muerte.

Garantía de lealtad, gracia conservatriz, familiar consenso, tradicional sentido de la conservación.

Un trifásico poder, natural, instintivo, rezuma por todo nuestro templo, nuestro hogar. Los tres, sentimos, los tres seguimos, los tres erguidos.

Despreciamos con agresividad controlada, luchamos con tolerancia engañosa, no permitiremos la destrucción, la desvalorización de la noble arquitectura de nuestro cincelado, de aquello que nos centra, de la fuerza gravitatoria que nos mantiene unidos, de la familia.

Familia, palabra cardinal, nos resguarda de un terrible abismo individualista, descompuesto, gris y triste, muerto.

Trinidad, eso nos identifica, comunión, eso nos mueve, corazón, eso nos enciende.

La llama sigue prendida, el fuego asciende y el amor nos guía.

Buen viaje.