En el programa 1x09 os contamos cómo hacer unas galletas muy sencillas que, aunque no llevan azúcar, estan muy dulces.
La base de éstas es: copos de avena y plátano.
Cuando los plátanos maduran demasiado pronto y ya no nos los comemos, podemos aprovecharlos para cocinar.
Así, pues, en un bol hay que pelar los** plátanos maduros y chafarlos **completamente con un tenedor.
Una vez chafados,** se añaden unos cuantos copos de avena** y se mezclan. Si preferís otros copos diferentes de otros cereales, también se puede hacer sin ningún problema.
La cantidad no es exacta. Una vez esten todos los copos impregnados de plátano, ir echando más a vuestro gusto.
En éste momento, podeís, o no, añadir más ingredientes a vuestro gusto. Nosotros solemos añadir pasas, pipas, semillas varias, algarroba o cacao en polvo, a veces rallamos chocolate negro (ahí sí que tendría azúcar) o mermelada de naranja (aquí también), trozos de fruta... Abrid la despensa y utilizad lo que más os apetezca.
Pero, si por el contrario, no tenéis ganas de añadir nada más, os puedo decir que con avena y plátano ya tendríais suficiente y quedan muy buenas.
Una vez hecha la mezcla, preparad una bandeja de horno con papel de hornear y disponed la masa como más os guste.
El horno lo podéis poner entre 150º y 200º. En general, necesitaréis unos 20 minutos pero podéís levantar un poco la masa para ver su consistencia. Al no llevar levadura, no hay problema en abrir la puerta del horno en cualquier momento.
Pensad que la consistencia no es como una galleta normal, queda más blanda y cuanto más grosor, más blanda quedará por dentro o más tiempo necesitaréis de cocción. Tendréis que ir probando.
Nosotros, después de haber hecho las galletas en el formato habitual, un día, Oliver, que no tiene mucha paciencia, extendió toda la masa en la bandeja formando, así, una SUPER galleta. El Resultado fue el mismo y sólo tuvimos que cortar las porciones una vez horneado. La verdad es que es mucho más rápido que ir haciendo, previamente, las diferentes galletas con la masa.
Un tentempié, merienda o desayuno sano pero sin renunciar a un gusto sabroso, de verdad os lo digo!
Hay que cuidarse ya que, como dice aquél: "El médico se ocupa de la enfermedad pero cada uno de su salud."
¡Que las disfrutéis!