Lactancia arborícola

Naturaleza | 30/10/2020

Las hayas y los abetos de Douglas, entre otras especies de árboles, aman a sus familias. Puede sonar un poco descabellado pero veamos que explica sobre esta aseveración la Científica Suzanne Simard profesora de ecología forestal en la universidad de la Columbia Británica.

Suzanne descubrió que los árboles madre pueden sentir con sus raíces si los arbolitos que están creciendo debajo son sus retoños o los de otras especies.

Aparte lo mas asombros es que a los de su especie, y solo a los de su especie los pueden llegar a rodear con las raíces mas grandes del árbol madre he ir aportándoles los nutrientes como por ejemplo azúcar. Se podría decir que son amamantados.

Aquí no acaba el amor fraternal, también a los hijos se les introduce mas profundamente bajo tierra donde puedan recibir mas agua y nutrientes y tengan mas espacio para expandirse.

Así que cuando vayas dando un paseo por cualquier bosque y veas los arboles tan quietos ellos, tan grandes y nobles, recuerda que aunque parezca que estén haciendo el vago, hay un montón de procesos que en ese mismo instante están sucediendo delante de tus narices, incluso algunos de estos procesos se pueden llegar a parecer a los de nuestra biología.

Puede que con los nuevos descubrimientos que se van a ir realizando del mundo natural, nos vayamos dando cuenta de que tenemos muchas cosas en común incluso con un árbol.