Tat vam asi (tu eres eso)

Religiones | 30/10/2020

El individuo que recorre el camino hacia Osiris es el propio Osiris (Tat vam asi). Por su recorrido, se percata de que todas las divinidades a las que ha idolatrado son funciones de su propio ser.

Atraviesa un área gris en el inframundo y dice: Mi pelo es el pelo de Nu, mi cara es la cara de Ra, mis ojos son los ojos de Hator.

Cada porción de su cuerpo representa y es identificada con un dios. Y continua:

Soy ayer, hoy y mañana. Y tengo el poder de nacer por segunda vez. Soy ese misterio del cual nacen los dioses.

También los yoguis veneradores de Siva pronuncian la frase: Sivo ham (Yo soy Shiva).

Igual que en el Budismo, el Shinto (pensamiento del despertar) significa la identificación con el todo.

Por tanto uno acaba relacionándose profundamente por identificación con la energía que bambolea las estrellas y las galaxias, los movimientos de los pájaros cantarines de los bosques, los árboles o el viento, y mentaliza que todos ellos también lo sostienen a él y que participa del mismísimo misterio eterno.

Dios.

Ahora viene la otra perspectiva teológica totalmente diferente que sostienen religiones como el judaísmo, cristianismo, islam:

Dios es considerado un termino final, no esta "aquí", está fuera, y uno se tiene que relacionar con él, no identificar.

Jesús es crucificado al afirmar que era divino. Las religiones de libro son religiones de relación separada con su dios y se institucionalizaron a lo grande.