El templo

| 25/10/2020

El templo, canalizador de pureza, imagen virgen, harmonía desatada en cualquier punto inconcluso, apadrinamiento de la fuerza vegetal. El jardín os contempla en una epifanía extática, tonalidades vivas y perfectas se agrupan como el gran silencio, se inmortaliza la vida, te cautiva, te arroja al sin sentido, te detiene y comienza a doblegar tu razón, se implanta susurrante un poder antiguo y perenne.

Movimientos aletargados y sumidos en una parálisis del alma se retuercen al experimentar un gozo vivo y natural, retumba la atmósfera, resquebraja la coraza de inmundicia acumulada en tu pálida materia construida a base de artificios...

Lo recuerdas, la vida es potencia incalculable, misterio fino e impenetrable, el tao sopla en tu nuca y murmura una lengua ininteligible. Empiezas a estar cerca de tu fuente... Tu templo, recuérdalo.