Tomillo, un gran aliado todo el año.

Naturaleza | 01/04/2021

En el programa 1x11, ya con el invierno empezado, os contábamos maravillas sobre esta planta que tanto nos gusta y usamos.

Tiene muchas propiedades y, por suerte, la podemos encontrar en la montaña durante casi todo el año. Sí es cierto que a finales de verano está bastante seca y cuesta encontrar que esté verde pero, aún así, podríamos recoger una poquita.

Se vende mucho como especia para cocinar, sobretodo para guisos, pero lo cierto es que nosotros no la usamos casi nunca para eso. Cada mañana hacemos una tetera con infusión de diferentes hierbas, según la que nos apetezca, tengamos o necesitemos. En el momento en que encontramos tomillo por la montaña y recogemos, siempre la usamos para las infusiones durante los días siguientes.

La razón por la cual escogimos explicaros esta planta en invierno fue por todas las propiedades que tiene para hacer frente a las típicas afecciones que solemos tener con el frío. Es una planta medicinal que sirve para aliviar los síntomas del resfriado, es mucolítica, alivia la tos, es antiinflamatoria... Y, si la tomamos antes de tener síntomas, ayuda a prevenir. Además, se usa de forma culinaria porque ayuda en la digestión pero también la hemos usado como antiséptico en enjuagues bucales.

¡Y su olor es tan fantástico!

Si decidís ir a buscarla en lugar de comprarla, no vayáis al bosque aunque la incluyéramos en la sección de "Paseos por el bosque". Crece en sonas con luz solar así que, bajo los árboles, no la encontraréis. Le gusta el sol y el suelo rocoso. De hecho, las mejores matas que hemos llegado a ver crecen en unas rocas enormes que tenemos en frente de casa. Es muy fácil encontrarla en los bordes de los caminos.

Nosotros os aconsejamos que, si queréis guardar para todo el año, recojáis sobretodo en primavera cuando esté en flor y, si puede ser, que le esté dando el sol a la planta. En ese momento, es cuando tiene más concentración de propiedades y cuando encontraréis las plantas más grandes. En floración, es el momento idoneo para recoger mucha por todas partes, secarla, guardarla y así poder usarla durante todo el año.

Secarla es tremendamente fácil, de las que mejor se secan ya que, al tener una hoja muy pequeñita y un tronco leñoso, pasa muy bien el aire y en cualquier lugar se seca sin peligro a que se pudra. Colocarla en un cuenco en la cocina tal y como la hayáis cortado y se secará en pocos días. Sabréis si está seca porque las hojas se caen con mucha facilidad y se quedan como pequeños palitos. Una vez seca, podéis guardarla con el tallo o bien, quitárselo. Como os he comentado, las hojas se desprenden fácilmente así que no os costará mucho.

Pero hay que tener en cuenta una cosa muy importante: ¡No arranquéis las plantas con raíz! Hay que cortarlas, como si las podárais, para que sigan creciendo y el que venga después pueda coger un poquito más. Además, es una planta que no crece una sola mata y ya está sinó que, si la encontráis, seguro que alrededor hay más. Recoged un poco de cada planta y así ayudáis a que siga creciendo. La idea siempre es ir con respeto a la naturaleza, aprovechar lo que nos da sin destruirla, FUNDAMENTAL!