Tú eliges

Opinión | 04/03/2021

Decidme honradamente ¿cómo hacemos para mantener bien acartonadas esas ideologías que, continuamente, nos enfrentan y nos convierten en secuaces de los ideales humanos que en cada individuo parecen inamovibles? ¿Qué es lo que traviesamente se va empaquetando en las neuronas para acabar por crear todo tipo de justificaciones para poder seguir disfrutando de la legitimidad de nuestras acciones y pensamientos?

¿Será un "defecto" evolutivo necesario para la continua tensión de formas de pensar y así la competición vaya siempre descartando la vencidas, como algún tipo de selección ideológica para llegar a producir cambios necesarios para la supervivencia de esta nuestra especie?

De verdad que a mí, personalmente, me cuesta ir tomando nuevas posturas de diversos temas aún cuando, desde dentro, sé que seguramente estoy equivocado. Es como una sensación de culpa, pero morbosa a la vez, por el hecho indigno de arrimar el hombro a ese orgullo fanático que todos llevamos dentro y así conferirle a la defensa de tu posible mentira una épica de resistencia incluso lícita.

Es una ardua tarea muy cansina la de ir constantemente revisando tus anquilosados parámetros éticos, morales, sociales, políticos, etc. Más cuando la innumerable vorágine de información sesgada te acaba convirtiendo en un recipiente de información sin la posibilidad de poder desecharla por medios racionales.

Es un sin vivir y puede que, ahora mismo mientras escribo, esté recibiendo una posible respuesta a este asunto tan de actualidad. Creo que necesitamos una línea de comprensión de todos los aspectos de nuestro mundo y, cuanto más estable y menos posibilidad tenga de desmoronarse, mucho mejor. El problema es que hay tantas para elegir que uno puede acabar por desfallecer mentalmente si adquiere la misión de ir haciendo limpio de todo su basureo cerebral.

Pienso en la manera de procesar de los cerebros, pues ahí radicará la verdad sobre todo este meollo. Seguramente no estemos bien dotados para abarcar y dilucidar errores sobre tal ingente cantidad de datos y, por eso, se escoge un paquete de vida prefabricada y ponemos el piloto automático y su economismo cerebral. Es un parche, un remiendo para no ir perdiendo el sentido, el significado de lo que va sucediendo a nuestro alrededor.

Mucha suerte a todos aquellos valientes que intenten ir atravesando el sendero de la realidad para ir arrancándole, a fuerza de pensar y con un tesón inquebrantable, la verdal purificada de las mentiras creadas por todo un conjunto de humanos que, al igual que tu y yo, se merecen el poder conocer los entresijos de la existencia.